EL AMOR ES LA FUERZA MÁS HUMILDE , pero la más poderosa del mundo.
Gandhi.
Compartiendo
Luz para el camino
“Amaré la luz porque me muestra el camino, aunque resistiré la oscuridad porque me muestra las estrellas”
Enriqueciendo el alma
“Vive como si fueses a morir mañana. Aprende como si fueses a vivir para siempre”
Libros
“Todos somos muy ignorantes, lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas”
La Mariposa
Un día de primavera, un viajante descansaba tranquilamente al borde del camino bajo un árbol. Mirando la naturaleza que le rodeaba, observó como la oruga de una crisálida de mariposa intentaba abrirse paso a través de una pequeña abertura aparecida en el capullo. Estuvo largo rato contemplando como la mariposa iba esforzándose hasta que, de repente, pareció detenerse. Tal vez la mariposa -pensó aquel hombre- había llegado al límite de sus fuerzas y no conseguía ir más lejos. Así que, decidido a ayudar a la mariposa, cogió unas tijeras de su mochila y ensanchó el orificio del capullo. La mariposa, de esta forma, salió fácilmente. Su cuerpo estaba blanquecino, era pequeño y tenía las alas aplastadas. El hombre, preocupado, continuó observándola esperando que, en cualquier momento, la mariposa abriera sus alas, las estirara y echara a volar. Pero pasó el tiempo y nada de esto ocurrió. La mariposa nunca voló, y las pocas horas que sobrevivió las pasó arrastrando lastimosamente su cuerpo débil y sus alas encogidas hasta que, finalmente, murió.
Aquel caminante, cargado de buenas intenciones, con voluntad de ayudar y evitar el sufrimiento a la mariposa, no comprendió que el esfuerzo de aquel insecto para abrirse camino a través del capullo era absolutamente vital y necesario, pues esa era, precisamente, la manera que la naturaleza había dispuesto para que la circulación de su cuerpo llegara a las alas, y estuviera lista para volar una vez hubiera salido al exterior.

La obra humana más bella que existe es la de ser útil al prójimo: ayudar a otros.
Sé generoso con los demás no porque te lo vayan a agradecer, sino porque la generosidad en sí misma es un valor. Es maravilloso conocer a esas personas que no dan para recibir, sino para multiplicar.

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Naturaleza para tu bienestar