«Fluir con la vida». Bonita frase donde las haya pero que trabajo nos cuesta ponerla en práctica…
Intentamos controlar a nuestra pareja.
Intentamos controlar nuestras emociones.
Intentamos controlar el tiempo, intentamos controlar…
¿Cuánto tiempo llevas intentando controlar la vida?
¿Cuánto tiempo llevas luchando por intentar que la vida sea como tú quieres que sea?
¿Te has dado cuenta que esa forma de vivir no te aporta paz ni felicidad?
Me gustaría que fueras honesto en tu respuesta, ¿Qué resultados has conseguido viviendo así?
Sufrimiento, sufrimiento y más sufrimiento…
No tiene sentido que se nos regale una experiencia de vida como la que tenemos y que vivamos con miedo e intentando controlarlo todo.
Lo siento pero para mí no lo tiene.
Y por ello hoy te quiero invitar a una manera diferente de ver las cosas, a una manera diferente de vivir, fluyendo con la vida.
Tabla de contenidos
No estás aquí para controlar nada. Suelta, confía y fluye
Ya está bien. Déjate y deja a la vida en paz.
«Deja de exigirte y de ponerle condiciones a la vida para empezar a vivir»
Cansa.
Cansa mucho vivir desde la desconfianza y el miedo, etiquetando continuamente todo lo que ocurre a través de nuestro criterio personal y sesgado, en vez de entregarnos a vivir completamente la experiencia.
Hace un tiempo me planteé una cuestión: «tiene que haber otra forma de vivir que no sea rechazando continuamente aquello que ocurre en mi vida y queriendo que sea de otra manera…»
Estaba agotado de luchar, de ir siempre a contracorriente…
Al pararme pude ver que el problema no era mi vida, sino mis millones de interpretaciones personales y expectativas que tenía acerca de cómo yo pensaba que tenía que ser la vida.
Y ahí la vida me devolvió la pregunta:
¿Estás dispuesto a asumir tu ignorancia y ser feliz? ¿o prefieres seguir intentando llevar la razón?
¿Estás dispuesto a aceptar la vida tal y como es o quieres seguir defendiendo tu punto de vista personal?
¿Quieres ser libre o quieres seguir siendo esclavo de un sistema de pensamiento que te hace sufrir?
¿Estás dispuesto a vivir en el presente o quieres seguir navegando en la ilusión mental acerca del pasado y del futuro?
Ahí empezó todo un proceso de autoindagación y honestidad conmigo mismo.
Ahí empecé a mirar toda mi arrogancia y todas mis creencias acerca de la vida, para poder soltarlas y reconocer mi ignorancia.
Ahí empezó mi férrea voluntad de aprender una nueva manera de vivir, más acorde al flujo de la vida.
Aceptando la vida tal y como es. Aquí y ahora.
Para poder fluir, tienes que abandonar tu ego
Con el paso del tiempo, me he ido dando cuenta que aferrarme a mi punto de vista y a que las cosas sean de una determinada manera, es aferrarme al sufrimiento.
«El sufrimiento proviene de un estado de no aceptación de lo que es»
Este gesto de tratar de imponer nuestra voluntad a la voluntad de la propia vida, nos genera un sufrimiento brutal.
Y además no tiene sentido…
Párate conmigo un momento y reflexiona:
Tú y yo, que apenas llevamos unos cuantos años de experiencia humana, pensamos que sabemos más que la propia vida, y que las cosas tienen que ser como nosotros queremos que sean…
¿No tiene sentido verdad?
No sé si todavía no te has dado cuenta, pero la vida es cómo es, no cómo tú quieres que sea.
Y si te abrieras completamente a aceptar eso, te transformarías.
Empezarías a fluir con la vida y descubrirías que hay una inteligencia superior que todo lo rige y lo organiza en armonía.
soltar y fluir
Y que absolutamente todo es para tu mayor bien, aunque en un primer momento, no lo puedas ver.
Descubrirías las grandes bendiciones de la vida y el gran aprendizaje oculto que hay detrás de cada experiencia.
Reconociendo mi ignorancia
Si de algo me he dado cuenta en mi corta experiencia de vida, es que no tengo ni idea de nada.
Por fin me he abierto a reconocer mi ignorancia y eso me ha puesto en contacto con mi inocencia.
Por supuesto, en muchas ocasiones sigue apareciendo el ego y trato de aparentar que sé, pero si soy honesto, reconozco que no es cierto.
Todo lo que pensaba que sabía, proviene de mi pasado, y mi pasado no me dice absolutamente nada acerca de este momento.
Reconocer mi propia ignorancia me lleva una y otra vez a fundirme con el momento presente y a aceptar la vida tal y cómo es, para aprender de ella.
Reconocer la ignorancia humana para muchos puede suponer un insulto, sin embargo, me he dado cuenta que es un gran regalo, pues me permite soltar todo aquello que pienso sobre la vida y volver a ver la vida con los ojos de un niño.
Me permite soltar las preocupaciones del pasado y las expectativas de futuro y abrirme a vivir las experiencias que me regala el momento presente.
Me permite vivir desde un espacio de honestidad para conmigo mismo, desde el que puedo mirar la vida sin juicios ni interpretaciones, abrazando todo lo que ocurre.
Todo es nuevo, todo es puro aprendizaje. Todo se convierte en una auténtica experiencia digna de ser vivida.
Fluyendo con las emociones
Por supuesto que sigue habiendo momentos de dolor, de ira, de tristeza, de rabia…
Por supuesto que sigue habiendo retos y situaciones que no son fáciles.
Pero cada vez que eso ocurre, en vez de preguntarme: ¿por qué me pasa esto a mí?, me pregunto, ¿para qué me está ofreciendo la vida esta situación? ¿qué puedo aprender de ella?
Ya sé que todo tiene su propósito. Todo pasa por algo.
Si siento dolor, me abro a sentirlo, si siento rabia, me abro a sentirla. De esta manera, sólo sintiéndolo y sin rechazarlo, puedo aprender lo que la vida me quiere enseñar.
Recuerda para sanarlo hay que sentirlo.
No tengas miedo a sentir tus emociones. Estás plenamente capacitado para ello.
Ahí reside tu responsabilidad y también, tu libertad.
Te invito a que te enfrentes al monstruo que piensas que tienes en tu interior, para que te des cuenta que no es ningún monstruo. Es sólo un niño herido que requiere de tu amor y atención.
Y ese amor y esa atención, sólo se la puedes dar tú.
Obsérvate y suelta cualquier pensamiento que vaya en contra del momento presente
Cómo ya sabrás, uno de mis hobbies favoritos es pararme a no hacer nada, simplemente observarme.
Permitirme simplemente Ser.
Respirar.
Eso me permite salir del piloto automático y ser consciente de mis emociones y los pensamientos que circulan por la pasarela de mi mente.
Es curioso como mucho de esos pensamientos no están alineados con la vida, es decir, son pensamientos que se oponen a lo que ya es.
Yo los llamo “pensamientos basura” porque no aportan absolutamente nada, no son pensamientos creativos, sino destructivos.
Aquí se abren 2 opciones:
- Bien le pongo conciencia, observo la inutilidad de esos pensamientos y simplemente los dejo ir y no les doy poder.
- O bien, me identifico con ellos y me los creo. Lo cual me genera un sufrimiento brutal.
Ya depende de cada uno la opción que quiera elegir.
Yo sólo quiero estar en paz y ser feliz, por lo que cuando me viene un pensamiento que es contrario a la vida, a lo que ya es, lo miro y lo dejo ir.
Detrás de la ignorancia humana está la sabiduría universal
Cuando te hablo de fluir, te hablo de fluir con una Inteligencia Universal que lo impregna todo.
Hay una Inteligencia Universal que ha creado y que da vida a todo lo que es y permite que todo funcione en armonía.
¿Te imaginas tener que preocuparte por respirar, por hacer la digestión o por el latir de tu corazón?
¿Acaso no son importantes esas funciones?
Y entonces, ¿porque te preocupas por controlar otras facetas de tu vida?
«Atrévete a soltar todas tus ideas acerca de la vida y permítete mirar la vida desde el único instante que tienes, el presente»
Desde el presente, tu perspectiva personal de las cosas se diluye (ya que necesita del pasado y del futuro para existir) y te unes a esa Inteligencia Universal.
Te unes a la perspectiva que la vida tiene de si misma.
Cuando asumes tu ignorancia como persona y te abres a vivir el momento presente, se abre un espacio de presencia en ti, a través del cual se puede expresar esa sabiduría universal.
No tienes que hacer nada, sino más bien dejar de interferir. Sólo estar presente.
Ya no eres tú el que actúa, sino es esa inteligencia la que actúa a través de ti.
Es entonces cuando te das cuenta que no tienes que controlar ni preocuparte por nada. De hecho, nunca has tenido que hacerlo.
Sé que todo esto suena a locura y es una forma muy diferente de vivir a cómo estamos acostumbrados.
No te pido que me creas, sólo te invito a que si estás cansado de sufrir y de tratar de controlarlo todo, pruebes esta alternativa y me comentes.
Deja de querer controlarlo todo y de querer llevar la razón, y permítete vivir el momento presente.
«Confía y permite que el Universo entre y se exprese en tu vida»
Conclusiones
Puede parecer que este artículo te lo escribo a ti porque yo ya lo tengo todo más que superado, pero no es así.
Este artículo va especialmente para mí…
Para esos momentos de incertidumbre, que actualmente son muchos, en los que entro en pánico y me sale la vena controladora.
Para volverlo a leer en esos momentos de turbulencias en que mi ego sale a la superficie y quiere aparentar que sabe más que la vida misma, tratando de imponer mi ignorancia personal a la sabiduría de la vida. Queriendo que las cosas sean cómo yo quiero que sean.
Y por supuesto, lo comparto contigo por si te puede ayudar en tu camino.
Te invito a dejar de luchar con la vida y dejar de intentar cambiarla.
Cansa, cansa mucho y nos genera un sufrimiento brutal.
A cambio te invito a que te abras a experimentar la vida tal y cómo es y a aprender de ella.
Recuerda que la vida no siempre te da lo que quieres, pero si lo que necesitas para avanzar en tu camino.
Te invito a aprender de todas y cada una de las situaciones que la vida te pone en frente, sin establecer juicios ni etiquetas, simplemente confiando en que todo es como debe ser.
Confiando en que, aunque en un principio no lo puedas ver, al final, todo obra para tu mayor bien.
«El control nace del miedo, la confianza procede del amor»
Confía, por favor, confía.
Y camina siempre con amor.
Hay una inteligencia superior (llámalo Ser, Dios, Universo, Amor, Vida…da igual las palabras) que siempre está contigo y cuida de ti.
No tienes que hacer nada, sino más bien dejar de interferir.
Te invito a soltar el timón, vivir el presente y volver a ver la vida con los ojos y la inocencia de un niño pequeño.
¿Me acompañas en el camino?
JOSE